El conflicto armado en Sudán del Sur, concentrado en la franja petrolera que comprende los estados Unity, Upper Nile (Alto Nilo) y Jonglei, está provocando niveles extremos de desnutrición, con riesgo de hambruna en los próximos meses.
El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos por lo que la crisis económica será global y vinculante.
El fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos.
La crisis alimenticia y nutricional que afecta a ocho países del Sahel va a alcanzar su punto álgido en las próximas semanas. Según las cifras de Unicef, en este momento hay 1,1 millones de niños menores de cinco años que están padeciendo una malnutrición aguda severa.
Cada año, el mundo fagocita la mitad de las reservas de un país petrolero importante y las energías alternativas todavía necesitan enormes subsidios como para ser viables en los países en vías de desarrollo , lo que aunado con que la tecnología del hidrógeno
Mientras la economía de ciertos países aumenta, en otros desciende. Tal es el caso de la República Somalí, país ubicado en el llamado Cuerno de África que se encuentra en una crisis financiera. Su población es de 8,5 millones de habitantes y su economía se basa en la ganadería y la agricultura. A medida que transcurren los días, la hambruna y la tristeza aumentan para los somalíes, que no encuentran una fórmula para estabilizar la economía del país.
La grave crisis alimentaria de Somalia, cuyo detonante es una prolongada sequía, ha movido a la ONU a solicitar mil millones de dólares para impedir la muerte por desnutrición de tres millones de somalíes. Pero esa crisis se atenuaría mucho si los barcos pesqueros que saquean los recursos ictícolas de la Zona Económica Exclusiva del mar de Somalia -principalmente de países de la UE- pagaran derechos de pesca con cuyos ingresos Somalia no necesitaría ayuda de la ONU.
La hambruna del Cuerno de África se ha extendido a otras tres zonas del sur de Somalia, sumándose a las dos regiones que ya sufrían esa situación. Así lo ha comunicado la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad Alimentaria de Somalia (FSNAU), vinculada a la ONU.
Una investigación de Survival ha revelado pruebas alarmantes de que algunas de las tierras de cultivo más productivas de Etiopía les están siendo arrebatadas a los pueblos indígenas locales y arrendadas a empresas extranjeras para el cultivo y la exportación de comida, mientras que miles de sus ciudadanos pasan hambre en medio de la devastadora sequía que afecta a la región.
La directora de operaciones de urgencia de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Cristina Amaral, declaró que una hambruna es inmoral en el siglo XXI, antes de la reunión del lunes en Roma para socorrer a 12 millones de personas afectadas por la sequía en el Cuerno de África.
El Cuerno de África es una de las zonas más pobres y más conflictivas del mundo. Está compuesto por Somalia, Etiopía, Djibouti, Eritrea y Kenia. En la lista de los Estados fallidos de 2011, por ejemplo, Somalia aparece en el puesto número 1, Kenia en el número 16 y Etiopía en el puesto número 20, dando a entender que son Estados totalmente inviables, donde que la supervivencia y el sostenimiento de sus habitantes dependen casi exclusivamente de las ayudas internacionales.
El estancamiento del precio del crudo, debido a la severa contracción de la demanda mundial y a la huida de los brokers especulativos, imposibilitará a los países productores conseguir precios competitivos que permitirían la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y búsqueda de nuevas explotaciones, lo que podría dibujar un escenario de estrangulamiento de la producción mundial del crudo una vez superada la actual crisis económica global en el horizonte del 2015.
La política del gobierno estadounidense de proveer ayuda a través de grandes compañías estadounidenses, cuyos intereses son obtener una ganancia antes que mejorar la calidad de vida de los afganos, ha demostrado ser un fracaso en Afganistán, al igual que anteriormente lo fue en Irak.
Níger se ha convertido en el país más pobre del mundo con siete millones de personas, casi la mitad de la población, sin alimentos. Las escasas lluvias de 2009 y las tardías precipitaciones registradas en 2010 han provocado que varias regiones vuelvan a registrar alarmantes niveles de inseguridad alimentaria.
Un nuevo episodio de hambruna se produce en África, esta vez en Somalia, donde 900.000 personas sufrirán hambre extrema en los próximos seis meses si no se pone en marcha ahora un mecanismo de ayuda humanitaria de emergencia, según han alertado en Ginebra representantes de las Naciones Unidas
La ONU alerta sobre una hambruna inminente en Níger
Etiopía afronta la peor sequía de los últimos 10 años y corre el riesgo de sufrir una hambruna más devastadora que la de 1984, en la que murieron un millón de personas y cuyas dramáticas imágenes entraron en los hogares occidentales a través de la televisión.
Desde que Afganistán pasó a ser portada de los periódicos de medio mundo África ha vuelto al ostracismo informativo más o menos habitual, del que sólo sale en caso de epidemias, guerras, matanzas, desastres naturales o esclavitud consumada.
Las cifras son pavorosas, y las indiferencias imperdonables. Según datos proporcionados por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) todos los días mueren de hambre más de 35.600 niños en el mundo
El hambre estraga América Central. El llanto de sus niños estremece, y desde los cerros y planicies de un territorio martirizado por la naturaleza partió el nuevo éxodo de míseros que imploran caridad y un mendrugo. El millón y medio de campesinos y jornaleros arruinados por la pasada sequía y el desplome de los precios del café vagan errantes y desnutridos.
Víctimas : 35.615 (FAO)
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