Una pena de prisión exenta de cumplimiento fue demandada aquí para el ex presidente del ultraderechista Frente Nacional (FN) Jean Marie Le Pen por incitación al odio contra el islamismo.
Durante más de quince años, de 1955 a 1971, Francia llevó a cabo una guerra secreta en Camerún. Una guerra colonial, más tarde neocolonial, que provocó miles de muertos, quizás más aún. Una guerra que ha sido completamente borrada de las historias oficiales. En Francia, país en el que siempre se enseña que la descolonización del Africa francesa fue ejemplar y pacífica. Y en Camerún, donde todavía es arriesgado evocar ese terrible conflicto que dio lugar a una terrible dictadura.
Para los colonos Argelia era Francia. Por eso, si bien excluía de cualquier derecho a los indígenas, no era incompatible, sino que debía incluso fomentarla con una autonomía cada vez mayor. En todo este proceso, la opinión de los argelinos tenía que adaptarse a una doble oposición entre el poder colonial francés y la pretención de los colonos de ser destinatarios virtuales de la política liberal del gobierno de París.
A un año de las presidenciales, Nicolas Sarkozy, prepara ya la campaña. Antes incluso de que se haya declarado oficialmente candidato. Concluidas las grandes reformas de su mandato, el presidente galo ha vuelto a desenterrar uno de sus temas de predilección: la compatibilidad del islam y el sacrosanto laicismo, un argumento que promete ser uno de los ejes principales del programa del futuro candidato conservador
La novela se publica en el año 1942 e intenta demostrar como el hombre se comporta al enfrentarse con su nada, al entender su entorno y comprobar que se encuentra en un mundo codificado, lleno de costumbres y actitudes artificiales que le obligan a reaccionar de una determinada manera ante un hecho.
En el punto de mira está un negocio que en Francia constituye un mercado lucrativo con más de cinco millones de consumidores potenciales, evaluado en el país en unos 5.500 millones de euros y cuyo crecimiento anual se sitúa entre el 15 y el 20 por ciento.
Francia dejó de ser, como se la conocía en el pasado, la hija predilecta de la Iglesia. A pesar de que la mayoría de sus habitantes son católicos, el islam se convirtió en su segunda religión y, literalmente, sus mezquitas no dan abasto.
El hilo que va de Francia a Arabia Saudí es hoy el del beneficio capitalista, pero bien podría ser esa preciosa trenza carmesí que recuerda el amanecer y todo lo puede. De nosotros depende ir sacando las conclusiones pertinentes para la construcción del nuevo mundo con base en ella.
Lejos de todos los prejuicios, de las 2000 mezquitas que hay en Francia, sólo 50 son de la corriente salafista del islam, según datos del Alto Consejo para la Integración. No obstante, no hizo falta que se tratara de un islam radical para que despertara un cierto rechazo en la población francesa. Estudios del Alto Consejo para la Integración revelaron que por lo menos la mitad de los franceses consideran que los musulmanes son un problema en Francia.
El manifiesto, titulado El islam, escarnecido por los terroristas, ha sido promovido por el semanario Respect Magazine y fue publicado ayer por el diario Libération. Entre los primeros 60 firmantes hay artistas, escritores, empresarios, médicos, periodistas, compositores, catedráticos, sociólogos, arquitectos, cineastas, presidentes de asociaciones cívicas, concejales, funcionarios y guías espirituales.
Debdou no está lejos de Melilla aunque un par de horas de coche son imprescindibles para llegar a este pequeño valle, encajonado en un circo de montañas, no muy elevadas pero lo suficiente para generar un microclima en la zona, humedecido por la afluencia de varios riachuelos que convierten en esta tierra en un auténtico vergel.
Nicolas Sarkozy ya ha anunciado que la voluntad del discurso de fin de año será poner orden ante el problema de los rezos en el espacio público, y ha señalado que la laicidad abierta no es sinónimo de dejar hacer.
Acostumbrado a los rumores, el pueblo recibe ya a numerosos esotéricos, contó el alcalde, mostrando amuletos, piedras místicas y otras joyas que la municipalidad ha hecho retirar de la montaña.
Marine Le Pen, la hija del histórico líder ultraderechista francés y candidata a su sucesión, ha abierto una guerra contra las carnicerías musulmanas, a las que acusa de discriminación en la contratación de sus trabajadores porque los no musulmanes no pueden tocar la carne halal. Aunque las asociaciones musulmanas han desmentido esa afirmación, la vicepresidenta del Frente Nacional (FN) lo sigue repitiendo en cada acto público en el que participa.
Esos intelectuales de los años setenta y ochenta que se pasaron en masa a la derecha son, entre otros, Alain Finkielkraut, Phillippe Sollers, Jacques Julliard, André Glucksman, Luc Ferry, Pascal Bruckner, Michel Houellebecq y hasta el mismísimo Régis Debray, que estuvo en la guerrilla del Che Guevara en la selva boliviana y es el autor del ensayo Revolución en la revolución, que en los sesenta fue un texto de culto en la Cuba de Fidel Castro.
La xenofobia reaparece en Francia con el nacimiento de un nuevo movimiento social. En octubre miles de ciudadanos tomaron las calles de París con la bandera del movimiento anti-gentuza (anti-racaille, en francés). Los manifestantes, en su mayoría jóvenes de extrema derecha descontentos con el actual sistema político, portaban pancartas y rezaban consignas contra inmigrantes pobres, negros y musulmanes.
Si se aplica el dicho popular "No hay mal que por bien no venga" al escándalo creado por el tratamiento recibido por las personas de etnia gitana en Francia y otros lugares, se podría deducir que la ya vieja cuestión de la flagrante discriminación contra los gitanos/roma debería haber sido captada ahora por todos los radares europeos, e incluso fuera de Europa. Es otra minoría que vive en Europa. Es evidente que este giro a la derecha de Sarko
Los inmigrantes legales son un negocio muy rentable para la economía francesa: reciben de los presupuestos del Estado unos 47.900 millones de euros, pero pagan de sus bolsillos unos 60.300 millones. Un saldo positivo y favorable para las finanzas públicas de unos 12.400 millones de euros, que solo es la parte monetaria de unas transferencias positivas mucho más altas.
El 28 de noviembre de 1960, Mauritania conseguía la independencia de Francia, la cual había estado controlando el territorio desde principios del siglo XX. Como en tantos otros países africanos, la inestabilidad política han sido seña y distintivo de la actualidad mauritana. El último movimiento, un golpe de estado de mano del general Mohamed Ould Abdel Aziz, en 2008 sucedido tras una grave crisis política.
«El mapa y el territorio» dispara las sospechas sobre un cambio de actitud del escritor, martillo de la biempensante «gauche divine» - Los grandes premios literarios hacen rectificar: en 1964, Sartre renunció al Nobel y diez años más tarde pidió cobrar su importe
Entre las venas líricas de Huari Bumédiène 3 en la escena internacional y la realidad que se imponía al pueblo argelino hay una diferencia como de la noche al día. Y como en toda ilusión, la desilusión es tanto más dolorosa cuanto más hermoso es el sueño.
El periodista Hernando Calvo Ospina comenta, a un día de un nuevo llamado a huelga general en protesta a la reforma de pensiones en Francia, cómo esta nación ha venido arrastrando un problema social y económico muy grave, donde, explica, existe el "cuarto mundo" y la miseria toca puntos que no se pueden ni imaginar.
El autor, que achaca sus severas depresiones y su desesperanza al abandono de su madre cuando era pequeño, sigue explorando sus obsesiones: el sexo, la soledad, la angustia, la muerte, la frustración, la reproducción, y la imposibilidad de vivir La remuneración económica del premio sólo consiste en 10 euros , el equivalente al precio de una comida en 1903, cuando fue creado.
Está creciendo en Francia el movimiento anti racaille, que en el francés coloquial de nuestro tiempo significa anti chusma, anti gentuza, en referencia a los inmigrantes pobres, los franceses musulmanes o de raza negra que viven en los suburbios de las grandes ciudades.
El escándalo de las deportaciones de gitanos rumanos en Francia posee una dimensión de amnesia colectiva que resulta preocupante. En relación a Sarkozy, no debería extrañarnos tanto de qué es capaz. Es el mismo político populista de siempre, que hace tres años ya proponía medidas como la castración química contra determinados delitos de raíz patológica.
El ministro del Interior en persona, Brice Hortefeux, acusó al hombre de origen argelino de practicar la poligamia y le amenazó con retirarle la nacionalidad. De un día para otro ella pasó de ser la mujer del niqab al volante a ser la mujer del polígamo de Nantes, ciudad en cuya periferia están instalados.
El hallazgo del MENS se suma a otros problemas raciales durante el gobierno de Sarkozy y puede enredar más el contencioso entre Francia y la Comisión Europea por la expulsión de los gitanos de Francia hacia Rumania y Bulgaria.
Llevamos semanas ocupando las portadas de la prensa y abriendo los informativos de radios y televisiones. Jamás, que yo recuerde, salvo cuando hace algunos años, los vecinos de algunas ciudades españolas cogieron la costumbre de salir en plan Ku Kux Klan, pero con la cara descubierta, para incendiar las casas de los gitanos, o para concentrarse en la puerta de las escuelas a impedir que sus niños entraran a clase, ( la ultima vez que ocurrió esto fue en Cortegana), los gitanos...
Una cosa es desmontar campamentos de romaníes por motivos de higiene pública y seguridad ciudadana y otra expulsar de un país de la Comunidad Europea a unos ciudadanos de pleno derecho. Espero que en esta ocasión, sin sotanas por medio, no se cometa otra injusticia histórica como la que se cometió con los moriscos españoles.
Tras el descalabro sufrido por la UMP de Sarkozy en las pasadas elecciones locales y el sondeo publicado por Le Parisien, éste procederá a la progresiva instauración de un poder presidencialista, rebajando progresivamente el poder decisorio de sus ministros y sustituyéndoles por una nueva camarilla de poder oficioso formada por sus asesores que emularía al Partido Gaullista.
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