La mayoría de los países árabes son musulmanes, pero no todos los países en los que la religión musulmana es mayoritaria son países árabes.
Este otoño se van a producir fuertes cambios en Oriente Próximo. La verdad es que no sé prever si habrá terminado la revuelta Siria, que va de mal en peor, o si los ejércitos europeos habrán derrocado a Gaddafi antes de que mueran más civiles. Tampoco sé cómo terminará el juicio de Mubarak, del que se ha intentado escaquear alegando problemas de salud. Pero lo que sí se puede prever, por ahora, es que a partir de septiembre se van a producir grandes cambios en Palestina y en Egipto.
Israel se ha aferrado a su pasado para describirse a si mismo como un Estado débil y asediado, como un David judío rodeado por un Goliat árabe. Como los judíos fueron perseguidos durante siglos y sólo pueden estar a salvo en una patria judía, creen que el Estado sionista merece un tratamiento especial. Estados Unidos se ha convertido en un fiel defensor del Estado de Israel, dotándole de dinero, armamento y un apoyo incondicional.
El muro es sólo una parte del sistema de unos 550 controles y bloqueos que han levantado las autoridades israelíes, y que presionan a los palestinos para que, de este modo, se vayan. Los soldados cortan las carreteras hasta que se originan largas colas, y deciden, tras una orden, cuando abrir y dejar pasar. A veces deciden cerrar los pasos sin previo aviso y quedan cortadas las conexiones dentro de la misma ciudad. Muchas veces los palestinos no se pueden trasladar.
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