Historia Colonial de Marruecos de José Antonio González Alcantud

El libro que hoy reseñamos, Historia Colonial de Marruecos (2019), es una publicación que se hacía esperar en el panorama historiográfico español. Aunque su autor, José Antonio González Alcantud, llevaba algunos años trabajando en esta temática este libro hace accesible una parte esencial de la historia de nuestro país vecino: Marruecos.

Historia colonial de MarruecosMarruecos es, a día de hoy y a pesar de su cercanía, un gran desconocido para la mayoría de españoles. De hecho, siempre ha sido un país con enormes lazos culturales con España, no obstante parte de sus élites, los andalusíes, se asentaron en él huyendo de las persecuciones en el siglo XVI. Posteriormente, en los tiempos coloniales, España jugó en el norte del país un rol muy importante ya en tiempos del protectorado que aún se percibe en ciudades como Tánger o Tetuán. Por último, y ya en época postcolonial, en España viven mas de ochocientos mil marroquíes que constituyen uno de los colectivos más importantes en la sociedad española, siendo el país norteafricano socio prioritario para España. Estas, en nuestra opinión, son razones suficientes para interesarse por la rica historia del país vecino.

Atendiendo a estos requerimientos y desde hace unos años, Almuzara y su intrépido director Manuel Pimentel realizan una interesante labor editorial, publicando cosas que otros obviarían. Al-Ándalus, su historia y su impacto han sido temáticas prioritarias para la editorial cordobesa. En esta línea, sus colaboraciones con José Antonio González Alcantud han sido fructíferas redefiniendo la historiografía y la antropología sobre lo andalusí y su posterior impacto en la sociedad española. Así surgieron El Mito de Al-Ándalus (2014) y Al-Ándalus y lo andaluz(2017) dos obras que han gozado de un merecido impacto y que permiten repensar nuestra propia historia a fuerza de analizar y diseccionar sus mitos asociados.

Historia Colonial de Marruecos sigue esta línea de indagar en los mitos desde una hermenéutica histórica más allá del positivismo histórico que impera en muchos de nuestros académicos. Porque la historia es también arte, literatura, vivencia e idealizaciones de los que el historiador (o en este caso el antropólogo) tiene que beber. González Alcantud realiza un brillante trabajo de nuevo se hace eco de la plasticidad del mito, alejándose de la historia de élites y usando un decapage cultural, como si de un arqueólogo se tratara, para datar procesos y conceptos que hoy parecen inmutables. Fuentes, archivos, narraciones y observación etnográfico fortalecen la estructura de un libro que esta llamado a ser uno de los referentes en los estudios sobre el Magreb de la antropología española .

De ahí que la narrativa del libro pivote entre la tensión del makhzen y el país siba, es decir, el poder del estado marroquí y el Marruecos tribal y rebelde, entre la corte ritualista y escenográfica de Fez y Meknés y la tribalidad de los desiertos de Tafilalet o de las montañas del Rif. Esta tensión se presenta una constante en la historia contemporánea marroquí, todas las narrativas del libro confluyen entre estas dos categorías que González Alcantud usa como pretexto para encajar y enmarcar la sociedad marroquí durante los reinados desde Muley Abdelaziz (1881-1943) hasta Mohammed V (1909-1961).

Así, se nos propone un apasionante viaje por el poder y las intrigas palaciegas de la corte alauí y de los ulemas fesíes, resaltando paralelamente una etnografía de los “otros”, los cuales no aparecen bien favorecidos en las crónicas oficiales. Rebeldes taumaturgos como Bu Hamara (1860-1909) o el temible Ahmed al-Raisuni (1871-1925) tienen un peso en este libro como contraposición del poder aúlico alauí. En el libro estas narrativas que vuelven a ser revitalizadas desde las fuentes de la época y la mirada incisiva y rehabilitadora de González Alcantud.

De igual interés resulta las intrigas de los europeos que desde la Conferencia de Algeciras (1906) tramaron en el país magrebí. Franceses, británicos, españoles, alemanes o estadounidenses actuaron como consejeros de los sultanes y cómo guías en su política interior y de cara a favorecer sus políticas económicas. Son precisamente estas acciones, encaminadas a la modernización del país, las que generaron una política de reelaboración de identidades y mitos fundacionales perfectos para estabilizar una región convulsa y, a la vez, estratégica para los europeos.

Igualmente, González Alcantud se explaya en la cuestión amazigh, a la que dedica un par de capítulos, analizando con firme pulso antropológico las múltiples aristas del tema. Uno de los puntos más interesantes es la reinvención de lo amazigh en el siglo XX a través de la convergencia con el panislamismo, internacionalismo y bolchevismo que acabó en una resistencia militar tanto al makhzen que tan bien representa Abdelkrim Al-Jattabi (1882-1963). Posteriormente, y como nos hace ver Alcantud, este nacionalismo amazigh acabaría convirtiéndose en una alternativa laicista y nacionalista (al estilo occidental) al makhzén y al país siba al mismo tiempo. Y, en última instancia, una alternativa al nuevo Marruecos de post-guerra.

El otro gran análisis que contiene el libro es el que Alcantud realiza a la construcción de la identidad contemporánea marroquí. En ella se advierte una la (re)invención y apuntalamiento de la legitimidad tradicional del poder alauí a comienzos del siglo XX. Esta se plantea como una extensión o una ejecución del modelo de Muley Sulayman, en tanto que se retoma el tradicionalismo fundamentado en el sultán, el islam y la nación territorial. Los principios que emanan de esta doctrina fueron amplificados por el todopoderoso general Louis Liautey (1854-1934), administrador colonial de Francia, con Muley Yusuf. González Alcantud desgrana pacientemente los entresijos de una estrategia pacificadora, la búsqueda de una paz y bienestar social junto con la connivencia y la captación de las élites marroquíes, y su refrendo estético en la imagen público de la dinastía alauí.

En el último tercio del libro el autor aprecia con gran sagacidad los frecuentes giros en las políticas del entonces rey (con el consecuente cambio de nomenclatura para modernizar su imagen) Mohammed V desde la incomodidad geopolítica, la guerra cultural y el frágil estado social que la inmediata independencia dejó a Marruecos antes de la llegada de la firme mano de Hassan II (1929-1999). Esta parte se completa con un pormenorizado análisis del anti-colonialismo en las metrópolis españolas y francesas, con las posturas políticas y su correspondiente impacto en la sociedad civil.

Sobre estas bases se asienta un texto referencial para conocer la historia contemporánea del país vecino. En Historia colonial de Marruecos González Alcantud traza un texto con un brillante enfoque metodológico y un análisis sincero y profundo, ofreciendo una visión de la historia marroquí holística incluyendo tanto los componentes endógenos como los exógenos que aportaron las potencias coloniales. Su libro nos recuerda que una historia, más allá del fenómeno militar o puramente político, para imbuirnos en un Marruecos tradicional, de ritual cortesano, de ulemas, de jinnes (genios), de santos taumaturgos, sultanes y guerreros. Un momento histórico de reelaboración de mitos y narrativas. Un tiempo y una vivencia al que Marruecos le debe parte de su ser actual.

Gonzalez Alcantud, J.A. (2019): Historia colonial de Marruecos (1894-1961). Almuzara: Córdoba. ISBN 978-84-17418-87-8

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